Salmo118: 5

" Desde la angustia invoqué a Jehová y me respondió poniéndome en lugar espacioso". Salmo118: 5
 
Sin lugar a dudas, todas las personas que oran, solicitando la ayuda de Dios, reciben respuesta. En eso consiste la fe: en la confianza de que Él atenderá mi súplica y me dará una sabia respuesta. Muchas veces, agobiados por alguna circunstancia dolorosa, no encontramos salida a nuestro problema. Nos sentimos cercados por la desesperanza y no vemos más allá de nuestras propias narices. Y es que estamos viendo el problema desde nuestra perspectiva y no desde la perspectiva de quien todo lo puede. Nuestra propia visión del problema es aplastante; pero, si recordamos lo que está escrito, en la Palabra, las circunstancias cambian y comenzamos a ver la luz. Una niña de 3 años ingresó a un ascensor de la mano de su padre. La pequeñita estaba contenta porque podría verlo todo y se sentía segura; sin embargo, su bienestar duró poco porque el lugar comenzó a llenarse de gente y la niña comenzó a sentirse sofocada y a oscuras porque, dado su tamaño, no lograba ver lo que estaba alrededor. Su papá notó el problema en el que estaba su hija y la levantó en sus brazos y la niña recuperó su alegría y su confianza. Así somos nosotros cuando estamos en problemas pues tenemos grandes limitaciones para solucionarlos; es entonces cuando nuestro Padre Celestial advierte nuestra tribulación y nos levanta en sus brazos para mostrarnos las circunstancias desde su perspectiva y enseñarnos que hay solución para nuestros problemas. Seamos como la niña del ascensor y dejemos que el Señor nos levante porque solo así recuperaremos la paz.