"Deléitate asimismo en Jehová y Él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino y confía en Él y Él hará". Salmo 37:4,5
¿Qué es deleitarse? Es experimentar satisfacción, gozo, alegría, paz. ¿Cuando nos deleitamos?, cuando por ejemplo, estamos frente a un paisaje maravilloso, u observamos un celaje de colores impresionantes, o cuando miramos el cielo estrellado o contemplamos la inmensidad del mar quedamos extasiados ante tanta belleza y nos detenemos para ver los detalles y disfrutar el momento. Que belleza!, que extraordinario!, que perfección!, es majestuoso! que grandeza! es lo que usualmente decimos cuando algo nos cautiva y nos causa deleite.
Esos sentimientos que, en algunas oportunidades, despierta en nosotros la creación son los que deben aflorar cuando experimentamos la presencia de Dios en nuestras vidas. Nos deleitamos en Él cuando reconocemos su grandeza, su perfección, su amor, su majestad, su cuidado, su perdón.
Recordemos que tenemos a nuestro lado a un Dios galardonador; definitivamente, Él recompensa a quienes han creído en su verdad y como el Padre bueno que es Él también se deleita en satisfacer nuestras necesidades. De igual manera, se derrite en amor cuando le entregamos nuestra vida para que la administre; jamás encontraremos un administrador tan eficiente como Él; su administración siempre acarrea beneficios: lo ordena todo, quita obstáculos y agrega bendición. Él hará lo que nos conviene; si en el momento no lo entendemos con el tiempo le daremos la razón.
Por eso, no contienda con Él ni sea rebelde pues en Dios palpita el anhelo de que usted sea feliz.
Que el Señor los bendiga.
Lilliana María Incera Villalta
San José, Costa Rica