"Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá". Salmo 27:10
Dios es el Dios de las familias y conoce el papel, tan importante, que los padres desempeñan en la vida de sus hijos. Ellos deben cuidar, amar y disciplinar a quienes realmente son los hijos de Dios. Sin embargo, al igual que cualquier otra persona, o cosa, los padres no son eternos y llegará el día en que ya no esten. Cualquiera que sea la pérdida que enfrente un hijo de Dios debe tener la confianza y la certeza de que el Señor le ha prometido que nunca lo abandonará. Él lo recogerá en su regazo y suplirá todas sus necesidades. Dios recompensa a quienes le temen y caminan de acuerdo a las instrucciones que nos dejó en las Sagradas Escrituras. Él dijo que los justos nunca serían desamparados.
Que el Señor los bendiga.
Lilliana María Incera Villalta
San José, Costa Rica