Levantar alas como águilas...

Salmo 27: 1, 2

11.09.2009 08:15

“Jehová es mi luz y mi salvación ¿de quien temeré?. Jehová es la fortaleza de mi vida ¿de quien he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mi los malignos, mis angustiadores y mis enemigos para comer mis carnes ellos tropezaron y cayeron”. Salmo 27: 1, 2

Que alivio y que gozo es conocer la Palabra del Dios Altísimo. Él siempre ha estado, está y estará por siempre al cuidado de sus hijos. Con su presencia el Señor nos saca de la oscuridad y su Palabra es lámpara para nuestros pies. Él evitará que tropecemos y nos sostendrá para que no caigamos. La seguridad que nos brinda hace que desaparezca todo temor. Él no permitirá que nuestros enemigos nos alcancen; por el contrario, los confundirá y sus perversas intenciones se volverán contra ellos. Nadie nos podrá derrotar en ningún momento de nuestra vida si confiamos en el poder de Dios y su amor incondicional. Dios nos promete salvarnos de quienes han querido destruirnos. Por su misericordia seremos librados del lazo del cazador.

Que el Señor los bendiga.

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Lilliana María Incera Villalta

lincera03@hotmail.com

San José, Costa Rica

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