Si están pasando por alguna prueba no se dejen vencer porque Dios ha prometido la victoria a todos aquellos que han depositado su confianza en Él. Las pruebas forman el carácter y aumentan nuestra fe.
“Aunque vaya por un valle tenebroso no tengo ningún temor pues están junto a mi tu vara y tu cayado” Salmo 23.
Aunque todo alrededor nuestro parezca triste y tenebroso ahí está el Señor observando nuestras reacciones. El va adelante nuestro y nos ofrece su vara para darnos dirección y su cayado para apoyarnos en momentos de debilidad. No sabemos cuando puede surgir la aflicción o la prueba pero recordemos lo que en su momento dijo: “No teman porque yo he vencido al mundo”. El mundo son todas aquellas circunstancias, no del todo buenas, que durante nuestra vida podemos enfrentar.
Lilliana María Incera Villalta
San José, Costa Rica