Levantar alas como águilas...

Salmo 16: 8, 9, 10, 11

02.06.2009 11:14

Este es el día que hizo el Señor nos gozaremos y alegraremos en Él

“Siempre tengo presente al Señor, con Él a mi derecha nada me hará caer. Por eso dentro de mi, mi corazón está lleno de alegría. Todo mi ser vivirá confiadamente pues no me dejará en el sepulcro, no abandonarás en la fosa a tu amigo fiel. Me mostrarás el camino de la vida. Hay gran alegría en tu presencia, hay dicha eterna junto a ti”. Salmo 16: 8, 9, 10, 11

 

Quien le hablaba de esa manera al Señor, era David. Era un hombre que amó intensamente al Padre y lo buscaba con pasión, todos los días. David cometió, como todos los seres humanos, muchos errores pero siempre los reconoció y se postraba ante Dios para pedir perdón. Por eso la Palabra dice que David tuvo un corazón que agradó a Dios y por eso fue bendecido. Recordemos que nuestro Padre Celestial ama al pecador pero aborrece el pecado. Pidamos al Señor un estilo de vida que le agrade. Que los frutos del espíritu: amor, mansedumbre, benignidad, tolerancia, servicio, siempre nos acompañen. Es tanta su amistad, que David menciona que el Padre Celestial es su “amigo fiel”. Ese es verdaderamente el Señor nuestro “amigo fiel”; yo agregaría que es el mejor de los amigos en quien podemos reposar, en quien nos podemos abandonar reconociendo su inmenso amor hacia nosotros al punto que subió voluntariamente al madero para darnos la salvación.

Que el Señor los bendiga y les de la fortaleza que cada quien necesita para enfrentar la prueba.

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Lilliana María Incera Villalta

lincera03@hotmail.com

San José, Costa Rica

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