Levantar alas como águilas...

Salmo 121: 3,4

27.04.2010 13:42

"No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. He aquí no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel". Salmo 121: 3,4
 
Son múltiples los altibajos emocionales que las personas experimentan cuando se encuentran lejos del Señor. Una y otra vez tropiezan con la misma piedra y se refugian en la idea de que la mala suerte los acompaña. Por desconocimiento perecen cada día pues al caminar en la carne opacan el espíritu y entonces no pueden conocer al Señor y mucho menos establecer un vínculo permanente con Él. El Señor es quien da el conocimiento, la sabiduría y la firmeza a los pasos para no resbalar. Dios rescata, todos los días, a las personas de los lazos del devorador; tan solo es necesario confiar en Él para que venga en nuestra ayuda y nos impida caer. Él no se cansa, ni duerme, ni se descuida; siempre vela por el bienestar de sus hijos; físicamente no lo vemos pero está cerca y se levanta poderoso cuando percibe el peligro que asecha a los que le temen. Mientras Él se mantiene alerta, siguiendo los pasos de sus ovejas, los hijos de Dios descansan, duermen y esperan el nuevo día sin sentir temor pues saben que Dios es fiel para cumplir todo lo que les ha prometido. Quienes aman al Señor pueden profetizar sobre sus vidas la Palabra de Dios: "en paz me acostaré y asimismo dormiré porque solo tu, Jehová, me haces vivir confiado". Salmo 4:8.

 

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Lilliana María Incera Villalta

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San José, Costa Rica

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