Levantar alas como águilas...

Mateo 27: 50,51

03.07.2009 11:56

“Mas Jesús habiendo otra vez clamado a gran voz entregó el Espíritu y he aquí el velo del templo se rasgó en dos de arriba abajo y la tierra tembló y las rocas se partieron”. Mateo 27: 50,51

 

Siempre he confesado que Dios es el mejor de los estrategas. Él diseñó un plan que se cumplió de principio a fin para que todos nosotros fuéramos salvos. Salomón, con la instrucción de Dios, construyó un templo que era el santuario del Padre. A él solo podían ingresar los sacerdotes pero el pueblo no tenía acceso a él. El templo constaba de 3 partes: los atrios, el Lugar Santo y el Lugar Santísimo donde se encontraba la presencia de Dios. A este lugar solo entraba el sumo sacerdote, una vez al año, y entre el Lugar Santo y el Lugar Santísimo había un velo o una cortina. Jesús fue el gran protagonista del Plan de Dios. El mismo Dios adquirió la naturaleza humana para darnos salvación; cuando Jesús murió el velo se rompió y a partir de ese momento Jesucristo, cargó con el peso del pecado y nos reconcilió con el Padre y ahora tenemos, todos los días, en el momento en que así lo queramos, comunicación con nuestro Padre Celestial permitiéndonos una vida con propósito donde el amor, la paz, la fe y el gozo nos permiten mantenernos firmes. Levantemos nuestra voz para darle honor y gloria a nuestro Dios por la misericordia que nos ha tenido.

Que el Señor los bendiga.

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Lilliana María Incera Villalta

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San José, Costa Rica

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