Marcos 11: 25, 26

“Y cuando estéis orando perdonad si tenéis algo contra alguno para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas”. Marcos 11: 25, 26

La falta de perdón le causas grandes problemas al ser humano. Si no perdonamos habrá una herida permanente en nuestro corazón. Constantemente estaremos recordando la situación que nos causó dolor y tendremos también presente a la persona que nos ofendió. La herida sangrará siempre y el resentimiento, el odio y la amargura nos van a perjudicar. Perdonar es una decisión personal que nos va a permitir cortar con el pasado y ponerle punto final a ese capítulo amargo de nuestra historia. Debemos aprender a perdonar. Solo así nuestra barca soltará las amarras y se enrumbará hacia nuevos puertos para conquistar nuevas tierras. Además, Dios nos recuerda que si no perdonamos a quienes nos ofendieron entonces Él tampoco perdonará nuestras ofensas. Definitivamente, nos conviene perdonar.

Que el Señor los bendiga.