Levantar alas como águilas...

Isaias 59: 9, 10, 12

18.08.2009 08:25

“Por esto se alejó de nosotros la justicia y no nos alcanzó la rectitud; esperamos la luz y he aquí tinieblas; resplandores y andamos en la oscuridad. Palpamos la pared como ciegos y andamos a tientas como sin ojos; tropezamos a medio día como de noche; estamos en lugares oscuros como muertos. Porque nuestras rebeliones se han multiplicado delante de ti y nuestros pecados han atestiguado contra nosotros porque con nosotros están nuestras iniquidades y conocemos nuestros pecados”. Isaias 59: 9, 10, 12

Dios es bueno y misericordioso pero si de algo estoy segura es que no es un alcahueta. Dios no favorece a quienes reconocen su pecado, viven con él y no se arrepienten. Ellos esperan beneficios y recompensas pero, por el contrario, no reciben nada y caminan en la oscuridad. Por que me pasa a mi? Se preguntan muchos y la respuesta la encontrarían de inmediato si hicieran un análisis introspectivo de sus vidas y es que quien siembre cizaña jamás pretenderá recoger una buena cosecha. La simple mentira, en la que muchos se escudan, traerá sozobra y oscuridad en la vida de quienes la practican pues perderán la paz por el temor de ser descubiertos en cualquier momento. No debemos olvidar que Dios ama al pecador pero aborrece el pecado, cualquiera que sea. Por eso quienes reconocen su pecado y se arrepienten, reciben misericordia. El Señor llegará a su vida, morará con él y cambiará la oscuridad en la luz que evitará los tropiezos. Nadie jamás podrá decir que está libre de pecado; sin embargo, el Señor lo que anhela es un corazón humilde que clama por perdón ante el reconocimiento de su pecado. Solo entonces la persona tendrá paz, justicia y abandonará las tinieblas.

Que el Señor los bendiga.

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Lilliana María Incera Villalta

lincera03@hotmail.com

San José, Costa Rica

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