Isaías 54: 7

"Por un breve momento te abandoné pero te recogeré con grandes misericordias". Isaías 54: 7
 
Así habló el Señor a su pueblo Israel y esas mismas palabras tienen vigencia hoy. El hombre no tiene ningún interés en mantener una relación con Dios cuando su vida está contaminada por el pecado; sus prioridades son parte del mundo: la acumulación de dinero, los placeres mundanos, la vida disipada.

Es muy probable que, por un tiempo, sienta plena satisfacción con el rumbo que llevan sus pasos; pero, con el tiempo comenzará a sentir vacíos que nada ni nadie podrá llenar; Dios es respetuoso de las decisiones que la persona toma; por lo tanto, si el  hombre decide alejarse de Dios, Él se mantiene distante.

El ser humano podrá experimentar, en su carne, momentos de soledad, de abandono y desesperanza; llegará el día en que se dará cuenta de que nada de lo que tiene lo llena o le da felicidad; pero, alguien se atravesará en la vida de esa persona y será el instrumento que Dios utilizará para darle a conocer la Verdad.

Dios es el Dios de las oportunidades y Él le da al hombre el tiempo para que recapacite y se arrepienta de todo mal; cuando eso ocurre, Dios vendrá a reconciliarse con el hombre y a levantar y  reconstruir las vidas que están hechas pedazos. Si por un tiempo estuvo distante, por causa del pecado, ahora viene cargado de favores, misericordias y beneficios. De lo pasado no queda ni el recuerdo, Él lo hace todo nuevo. Ese es nuestro Dios siempre dispuesto a perdonar y a bendecir.

Que el Señor los bendiga.