Isaías 26: 3

"Tu guardará en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti perservera porque en ti ha confiado". Isaías 26: 3
 
La paz es vital en la vida de todo ser humano. Quien vive en paz es capaz de tomar muy buenas decisiones aun y cuando se encuentre atravesando momentos difíciles. Por el contrario, quien vive en confusión es incapaz de tomar el camino correcto  y es muy probable que cometa múltiples errores.

Cuando confiamos en el Señor y nos refugiamos en su persona Él nos bendice con la paz que sobrepasa todo entendimiento humano. No es la paz que nos pueden ofrecer quienes nos rodean. No es una paz natural, es una condición sobrenatural que llega a nuestras vidas cuando confiamos por completo en el Señor. Él llena nuestras vidas de paz cuando nos refugiamos en Él porque estamos totalmente convencidos de que en Él hay respuesta a toda necesidad; entonces, nos inunda la paz y no temeremos mal alguno aunque caminemos por valles de sombra y de muerte; para mantener ese estado de bienestar es necesario orar por nuestra circunstancia y contarle al Señor, con lujo de detalles, lo que nos ocurre. Él lo sabe todo; pero, quiere escucharnos como lo hacen los buenos y verdaderos amigos.

Si perserveramos en oración, estudiamos la Palabra de Dios y mantenemos intimidad con el Señor Jesús, Él derramará paz sobre nuestras vidas y tendremos la certeza de que la respuesta a nuestra necesidad está por venir. Él es fiel y no debemos temer.