“Por lo cual levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas y haced sendas derechas para vuestros pies para que lo cojo no se salga del camino sino que sea sanado”. Hebreos 12: 12,13
Dios nos llama a levantar nuestras manos para adorarlo y alabarlo y también nos motiva a doblar las rodillas, por tanto tiempo paralizadas, para clamar al Dios Todopoderoso por nuestra necesidad. El doblar nuestras rodillas significa una actitud de adoración y de rendición ante Él. En la Palabra de Hoy, nuestro Padre también nos invita a caminar por sendas derechas para que lo cojo (lo que nos estorba, nuestra debilidad) no sucumba a la tentación y nos saque del buen camino. Prestémosle atención a la Palabra de Dios y pidámosle ayuda al Espíritu de Dios, que mora en nosotros, para que esa Palabra sea una verdad en nuestras vidas y nos permita caminar por un camino de rectitud.
Que el Señor los bendiga.
Lilliana María Incera Villalta
San José, Costa Rica