1° Corintios 10:12

"Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga". 1° Corintios 10:12
 
En algunas oportunidades, las personas creen que nada ni nadie las va a derrotar. Se sienten firmes, muy confiadas en su propia opinión. Cuando analizan su vida espiritual, se dan cuenta de que muchos de los pecados o debilidades que tenían ya fueron superados. Él o ella pueden considerar que la pereza, la mentira, la infidelidad, el chisme, los rumores, la ira, el despilfarro, las adicciones, el alcoholismo y un sinnúmero de debilidades han quedado fuera de sus vidas, gracias a Dios. Comienzan a sentirse libres, desprovistos de esas ataduras que tanto mal les causaron y se confían.

Sin embargo, Dios, en su Palabra, nos advierte que debemos estar atentos para no caer de nuevo en el pecado. Solo la lectura continua de las Sagradas Escrituras y la relación íntima con el Señor nos podrá mantener firmes, libres de las cadenas que nos ataron y nos robaron la paz y el gozo. Él nos dará la sabiduría y el discernimiento que necesitamos para mantenernos cerca de personas que nos pueden bendecir y, a la vez, alejarnos de aquellos que nos pueden causar problemas.

Recordemos el Proverbio que ya compartimos y que menciona que "el que anda con sabios, sabio será y el que anda con necios será quebrantado". Dios conoce nuestro corazón, Él sabe que nos hemos arrepentido de nuestros pecados y con su infinito amor nos ha perdonado. Él nos ha bendecido con su perdón; entonces, mantengamos esa libertad buscando su presencia. Él es la fuerza que necesitamos para que en una batalla espiritual, de todos los días, podamos derrotar al enemigo. Recuerde ¡No se confíe!

Que el Señor los bendiga.